Kundera me hace perseguirme. No paro de identificarme con Teresa, por favor, tan desamparada de si misma , tan en la búsqueda, tan renegada de no parecerse a la madre, pidiendo el escape en otro. Y tanto, tanto miedo exageradísimo de que Cris se transforme en Tomás y que todo se vaya todavía más al carajo.
A uno no le hace bien leer sobre una relación en decadencia cuando hace menos de una semana tuvo la primera pelea de pareja, soy masoquista.
Y todo el mundo cursando, yo de vacaciones, acá, jugando a los sims 2 para olvidarme de que tengo ganas de empezar la facultad y de vivir un poco más, pero se que cuando empiece todo se va ir mucho, mucho más al carajo y de que es una carrera nueva, una vida nueva, ahora si es todo nuevo la puta madre.
Tengo materias con nombres larguísimos en los horarios que se me cantó porque ahora soy dueña de mi propio orto, y como todos ya empezaron sus carreras me dan consejos de persona universitaria, pero en lugar de hacerme sentir acompañada me siento más desamparada y abandonada que nunca porque nadie empieza en esta época del año.
Soy Teresa. El lunes me voy a Praga.
Maldito Kundera
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